Responsabilidad afectiva en redes sociales
¿Te ha pasado alguna vez que comenzaste a hablar con alguien con quien pensabas que había buena onda pero luego sin motivo no te volvió a contestar? ¿Te ha sucedido que ves en línea a esa persona con la que hablabas la mayor parte del tiempo pero no responde a tus whatsapp? o, ¿alguna vez te han bloqueado/eliminado sin darte ninguna explicación?
En esta era de los mensajes instantáneos, de las reacciones a las histories, y de los match, nunca fue tan fácil alejarse sin dar ninguna aclaración. Se ha naturalizado el descuido y se cree que el no dar una respuesta también es una respuesta. Las ambigüedades y señales confusas se encuentran a la orden del día, y es peligroso porque puede generar inseguridad, ansiedad y un deterioro de la autoestima en la persona ghosteada.
En primer lugar, es importante aclarar que es válido que por alguna razón se pierda el interés o bien ya no acomode continuar el vínculo con la otra persona, las relaciones humanas son complejas y no siempre se está en la misma sintonía, además cada persona interpreta la realidad desde su propia experiencia, cada uno le asigna un significado particular a lo que está sucediendo, y puede ser que en la misma conexión uno le esté dando un valor más preciado que el otro. Y eso es natural, no siempre se coincide en gustos y expectativas, por tanto es válido decidir terminar con un vínculo, pero desde el luego, el silencio no es la forma más empática.
Todas las personas tenemos la necesidad de saber que ocurre y de tener una respuesta. Si se ha comenzado un vínculo virtual, y ves que esa persona quiere ir más allá pero a ti no te apetece, o ya no tienes ganas, lo mejor es comunicarlo y hacerlo saber. Es cierto que no podemos hacernos cargo de las emociones de las otras personas pero si podemos evitar el sufrimiento innecesario.
La responsabilidad afectiva se practica en la vida diaria y en todos los medios de comunicación. Una conexión virtual no lo hace menos real pese a que estemos interactuando tras una pantalla. Debemos aprender a enfrentar las situaciones y ser claros con nuestros vínculos, practicando la honestidad, trasparencia y empatía. Aunque la comunicación sea por snapchat, instagram o telegram, siguen siendo conexiones que existen y se dan en tiempo real. Seamos conscientes de la persona que hay detrás de la pantalla, tengamos en cuenta de que la otra persona sí importa.
