¿Cómo te gustaría tener sexo?

Parece ser que tenemos una idea muy clara de lo que es tener sexo, nos sabemos los pasos, cuáles son las prácticas sexuales, que viene primero y que viene después, pero ¿están todos satisfechos con ese esquema?

En una relación heterosexual la secuencia es predecible, ya se la podrán imaginar. Por supuesto que los pasos son perfectos para quien los prefiera, sin embargo esta performance genera ciertas dificultades en algunas personas que no se sienten “capaces” o conformes, por ejemplo, hombres con eyaculación precoz que sienten una enorme ansiedad antes de la inminente penetración, o mujeres insatisfechas que se quedan en silencio una vez que el hombre ha orgasmado.

Por otro lado, si bien existe una amplia variedad de prácticas sexuales que se pueden incluir en el guión, en parejas heterosexuales de larga duración el libreto se acorta cada vez más: el acto primero comienza con algunas caricias escuetas, seguido del acto de la penetración.

Hemos de empezar a cuestionar de qué forma los esquemas culturales han influido en quienes somos y en la forma en la que vivimos el sexo. La manera en la que concebimos nuestra sexualidad no es casual, los roles y las prácticas vienen predeterminados. La toma de consciencia nos permitirá ser capaces de tener el control y decidir elegir todo aquello que refuerce el bienestar y la mejora de nuestra salud sexual. Para ello piensa ¿Cuánto de la forma en la que vives tu sexualidad es verdaderamente tuya, y cuanto de ello ha sido implantada?